Hong Kong: confirman once casos con hepatitis contagiada por ratas

El primer caso fue en 2018. Hasta hoy, ya son once las personas que padecen una cepa de hepatitis E que comúnmente afectaba a las ratas . Eso quiere decir que todos se contagiaron el virus de ratas, aunque los científicos de Hong Kong aún no lograron descifrar cómo es ese traspaso.

La hepatitis E es una enfermedad del hígado que produce la inflamación del órgano, junto con otros síntomas como ictericia (color amarillento de la piel y los ojos) y fiebre. Se conocen cuatro cepas diferentes de este virus, que afectan a distintos animales. Hasta ahora, solo una de ellas estaba presente en humanos.

«De repente, tenemos un virus que puede saltar de las ratas callejeras a los humanos», dijo en una entrevista con la CNN Siddharth Sridhar, un microbiólogo de la Universidad de Hong Kong que fue parte del descubrimiento. Ahora, el peligro reside en que esto podría estar pasando en todo el mundo, y no lo sabíamos porque no se estaban haciendo las pruebas.

Una incógnita

La incógnita que ahora inquieta a los médicos es cómo sucede el contagio de ratas a humanos. La versión humana de hepatitis E se contagia por el consumo de agua contaminada con materia fecal, y los científicos están explorando hipótesis similares, pero hasta el momento no hay nada concreto.

La cuarentena también afecto el comportamiento de las ratas, y hizo que sus avistamientos sean más comunes

Un ejemplo es el caso de un hombre de 61 años que dio positivo. No había roedores en su casa ni excremento de rata. Ninguno de sus familiares había presentado síntomas de la enfermedad y no había realizado viajes recientemente.

«En base a la información epidemiológica disponible, no se pudo determinar la fuente ni la ruta de contagio», comunicó el Centro de Protección de la Salud de Hong Kong, el pasado 30 de abril.

Un cartel indica que se ha echado veneno para ratas en un callejón, en Hong Kong (CNN).
Un cartel indica que se ha echado veneno para ratas en un callejón, en Hong Kong,

Los científicos de Hong Kong han puesto manos a la obra para poder identificar las zonas con mayores poblaciones de ratas y determinar en qué áreas circulan más con el virus. Pero ni esa información ha permitido arribar a una conclusión por ahora: algunas de las personas infectadas residen en zonas con números bajos de roedores.

A este desconocimiento se suman que aún no se hay información sobre el período de incubación de la enfermedad y que todavía no se encontró un medicamento adecuado para combatirla.