Alberto Chávez y Carmen Galleguillo cuentan su larga experiencia recorriendo parajes y zonas inhóspitas de nuestra provincia.
Alberto Chávez trabaja desde hace 38 años en el Hospital Alejandro Albarracín, en Valle Fértil, y Carmen Galleguillo está desde hace 20 años en la Posta San Roque, Jáchal.
Chávez habló de su experiencia: “Lo que nosotros hacemos es visitar las viviendas, censar, ver cuáles son las patologías de los pacientes, de las familias, hacemos las derivaciones al hospital. Se trabaja mucho en terreno, durante la pandemia no pudimos salir a terreno y hoy por hoy estamos volviendo a las casas para hacer los censos de nuevo. Para fin de año vamos a tener censada a toda la población de Valle Fértil. Pero también hacemos seguimiento de las vacunas del calendario nacional. Estos últimos dos años con el COVID, todo ha sido con mucho esfuerzo, ha sido un tiempo difícil, pero hemos seguido trabajando siempre”.
“Me gustaría destacar también un programa llamado RBC (Rehabilitación basada en la comunidad), con el que nosotros trabajamos y lo acercamos a las familias. Se trabaja con manuales que tiene el agente sanitario y así descubre algunas patologías que tienen por ejemplo los pacientes que no pueden caminar, pacientes que tuvieron un ACV, entre otros. Los manuales cuentan con unos dibujitos que nosotros completamos como ejercicios, y a partir de allí, la misma comunidad, el familiar mismo, se encarga de hacer la rehabilitación a las personas. Este año presentamos un trabajo bonito llamado RBC que se puede ver en Youtube”.
Galleguillo, por su parte considera que los agentes sanitarios tienen «una función muy importante con las personas con enfermedades crónicas, diabéticas, niños obesos. Yo trabajo en la Posta San Roque y tengo que ir a visitarlos a los domicilios porque cuesta que las personas se acerquen al centro de salud. Durante la pandemia había mucho miedo a los contagios, por eso soy yo la que me acerco a ver qué problemas tienen, he ido a las casas y he visto chicos obesos, mujeres que sufren violencia de género, de todo se encarga el agente sanitario. Somos nosotros los que los llevamos a los profesionales del hospital o del puesto y hacemos el seguimiento con la asistente social, la nutricionista, el médico clínico”.
“También trabajamos en los centros de vacunación. En Jáchal, la vacunación está muy bien controlada, son pocas las personas que quedan para vacunar. Y ya se comenzó con la tercera dosis”.
Alberto: “A las zonas alejadas del departamento, que son las Sierras de Chávez y de Elizondo, hay que ir a lomo de mula. También los agentes sanitarios están ahí, bajan a buscar las vacunas y junto al enfermero vacunan a la población del lugar”.
“En Sierras de Chávez ahora hay una huella, que esperemos que llegue algún día a Sierras de Elizondo. Pero sí, se va a mula, y son 6 o 7 horas. Así se hace la logística de la vacuna, con todos los cuidados para mantener la cadena de frío. Gracias a Dios lo hemos resuelto bien”.
“Lo que más nos empuja a seguir es ver los resultados, no solo somos los agentes sanitarios, somos un equipo. Nosotros somos un equipo que está conformado por psicólogos, asistentes sociales, pediatras, y todos trabajamos en conjunto. Esto es importante porque nosotros al encontrarnos con algún problema llamamos a los profesionales y ellos están dispuestos a atender cuando sea, en cualquier horario, día. Los profesionales son excelentes”.
“En la actualidad las personas están contentas porque estamos volviendo a los domicilios a visitarlos para conocer sus necesidades. Nosotros no tenemos sábado, domingo, feriados, ni horarios. Nada. Trabajamos de lunes a lunes, pero eso nos hace felices”.
Carmen: “En mi caso, la nutricionista o la asistente social se acercan también a los domicilios de aquellas personas que no pueden salir por diferentes motivos. A mí me gusta mucho mi trabajo, en enfermería y agente sanitario, y me gusta mucho porque tengo respuesta de la gente. Yo les llevo todo lo que ellos necesitan, yo hablo mucho con las mamás. Adonde más llego es con las mujeres. Y ellos, en general, por el conocimiento que tienen de nosotros, confían mucho”.
Diego Morales, la experiencia de un agente sanitario con los pueblos originarios
Diego Morales trabaja con la comunidad descendiente de pueblos originarios en Cochagual norte, Sarmiento.
Diego relató que “en Sarmiento hay varios chicos que son agentes sanitarios de pueblos originarios, en total somos siete y todos trabajan con su comunidad”.
“Con el agente sanitario estas personas se abren, no son reacios a recibirte, te cuentan sus problemas. Se llega más fácil. Con el resto del equipo es diferente”, dijo.
“El desafío es poder incorporar el derecho a la salud a pesar de su cultura. Ellos están muy arraigados a eso. Es difícil muchas veces que las mujeres se hagan los controles ginecológicos, o transmitir los peligros y la precaución ante las ITS, no son abiertos en ese tema. No así con la vacunación, afortunadamente los niños están correctamente vacunados”, agregó.
“A veces cuesta que vayan al centro de salud, son tímidos, nos cuesta que las personas mayores se acerquen, y muchos de ellos tienen enfermedades crónicas, cuesta que continúen los tratamientos”.
“Entonces nosotros hacemos charlas, les explicamos, no lo hacemos técnico para que lo entiendan. Les explicamos cuáles son las consecuencias de no hacerse controles, las cosas que se pueden prevenir. Nuestra función es educarlos”, concluyó.