Vuelve el fútbol, pero en Brasil. Después de más de un mes las autoridades sanitarias y dirigentes de la redonda acordaron regresar con los entrenamientos en diferentes torneos brasileños. Esto había sido sugerido por la Confederación Brasileña de Fútbol y ahora fue autorizado por el Ministerio de Salud.
«Se sugiere que la Confederación Brasileña de Fútbol garantice el desempeño de pruebas y evaluaciones constantes, no sólo en deportistas, sino que también se ofrezca a miembros de comisiones técnicas, empleados y colaboradores, así como a sus respectivos familiares y contratistas cercanos. Cabe mencionar que, por el momento, la disponibilidad de pruebas rápidas en el sistema de salud está saturada ante las necesidades de la población brasileña”, dice el comunicado que publicaron las autoridades sanitarias.
Si bien no hay fecha confirmada para la vuelta de los entrenamientos y partidos, el regreso del fútbol no se daría de la misma manera en todos los estados. San Pablo, el estado más afectado por el coronavirus , tiene muchos obstáculos. El gobernador João Doria tomó medidas más restrictivas de aislamiento social, que se extenderán hasta el 10 de mayo.
En Porto Alegre ya está todo listo para retomar los entrenamientos. El prefecto de la ciudad brasileña habilitó las prácticas presenciales, con obligación de mantener una distancia de dos metros entre jugadores. Así, el Inter de D’Alessandro y Gremio arrancarían el lunes.
El jefe de Estado de Brasil, Jair Bolsonaro, insiste que el riesgo de la vuelta al fútbol es mínimo: «Por el momento, hay muchas personas, que están en el fútbol, que son favorables al regreso porque el desempleo también está tocando las puertas de los clubes. A esta temprana edad, el jugador, apenas, si se ve afectado por el virus, la posibilidad de que haya letalidad es infinitamente pequeña. Incluso por el estado físico, por la salud que tiene este atleta, tiene que sobrevivir».