Pese a que su papá Sergio era ciclista y llevaba adelante una escuela de ciclismo juvenil en Rawson, su mamá Roxana era periodista deportiva y relatora de ciclismo, Maribel Aguirre comenzó en el ciclismo por motus propio. “El primer recuerdo que se me viene de la bicicleta, no me acuerdo haber andado antes, es que un día le pedí a mi papá que me dejara ir al Velódromo con él donde funcionaba su escuelita. Lo cansé tanto para que me llevara que me llevó. Empecé a dar vuelta en el velódromo con una bicicleta normal porque no tenía de carrera y me encantó”, contó emocionada la múltiple campeona argentina que se encuentra haciendo la cuarentena con su familia en casa.
Quizás uno de los cambios más importantes que tuvo que hacer la rawsina fue adaptarse al rodillo. “No me gustaba mucho hacerlo. Siempre que tuve que hacer un trabajo de complementación o un día de lluvia hacía media hora o cuarenta minutos porque no me gusta. Me tuve que adaptar un poco. No sé si serán las ganas de pedalear, pero me adapté bien a hacer más tiempo”, comentó entre risas.
El COVID-19 avanzó en el Mundo y modificó las planificaciones de una gran parte de la población. La de Maribel incluía campeonatos panamericanos y su debut en Europa como parte de un equipo. “Con el equipo de España estuvimos hablando hasta hace unos días. Pero todo es muy incierto porque no hay novedades. Los primeros días de abril se iban a comunicar a ver si había noticias. Pero ellos tienen para largo y no pueden salir igual que aquí. Estamos esperando que la UCI defina si se extiende o no el calendario. Porque si no es muy difícil que se pueda viajar. Porque por más que uno esté entrenando todos los días se hace muy complicado. Pierde la forma física, la preparación no es igual. Por más que sea para todos los ciclistas igual. Pero sería mucho más difícil asique no tenemos una respuesta segura porque no sabemos cuándo se va a terminar. En cuanto a la selección se cancelaron los panamericanos tanto de ruta como de pista, pero nos pidieron que mantengamos los entrenamientos en casa”.
Para llegar a tener esa chance de correr en Europa, que por su edad y nivel si no es este año podrá darse en los próximos, Maribel tuvo que recorrer un camino largo. Comenzó compitiendo contra varones entre los que se destacaban los duelos con otra promesa del ciclismo local como Santiago Sánchez. “La primera carrera que gané fue una Vuelta de Chimbas infantil. Fue una etapa de la Vuelta. Corría con varones”, dijo.
Desde esa etapa de la competencia, Maribel ganó todo lo que corría. Juegos Evita, campeonatos argentinos juveniles y Juniors, pero el click para dedicarse de manera profesional lo hizo en 2016. “Pasó mucho tiempo y gané muchas cosas hasta darme cuenta de que quería dedicarme profesionalmente o de querer irme a Europa por ejemplo o soñar en cosas grandes. Creo que después de ganar el campeonato argentino que se hizo en San Juan en 2016. Yo era Junior y corrí como invitada a Elite, creo que esa victoria me marcó mucho. Nunca había ganado una carrera con tanta gente, me alentaron mucho, tuvo mucha repercusión y como estaba por pasar a Elite el próximo año me di cuenta que era lo que quería y que me quería dedicar a esto al 100%”.
Tras coronarse campeona argentina, Maribel tuvo una experiencia en el Centro de formación de la Unión Ciclista Internacional. “El Centro UCI fue una gran experiencia. Me hubiese gustado estar más tiempo. Estuve 1 mes y 15 días. No alcanzó para aprovecharlo 100%. Fui en una época donde se estaba terminando la temporada y me estaba preparando para el Mundial de Ruta. Me hubiese gustado estar más tiempo porque aprendí cómo vive un ciclista profesional, pero quizás hubiese sido mejor estar más tiempo”, comentó la campeona.
Por su experiencia en velódromos techados y de madera, es palabra autorizada para hablar de las diferencias de uno de cemento con el del estilo que está en construcción en el departamento de Pocito. “Un velódromo techado no tiene comparación con un velódromo de cemento. La adrenalina es increíble. Se va mucho más rápido. De todas maneras hay velódromos distintos. Depende mucho de la madera que tenga la pista y la altura sobre nivel del Mar. Por ejemplo, en Cochabamba, Bolivia, es súper rápido pero te ahogas mucho porque está en la altura. Pero se va mucho más rápido justamente por el factor altura por eso se bajaron tiempos y se hicieron récords. La madera se desliza mucho. Pero por ejemplo en Lima la madera era más vieja y costaba que se desliza más”.
El velódromo “Vicente Alejo Chancay” llega para cambiar la vida de todos los ciclistas. “El velódromo de Pocito nos va a cambiar mucho el nivel a todos. Nos va a permitir estar más cerca de soñar con estar en un Juego Olímpico porque vamos a poder entrenar, correr ODESUR, Panamericano y podemos pensar en un entrenamiento acorde para buscar puntos y pensar en un Juego Olímpico. Los actuales ciclistas y los que vienen de abajo soñamos que alguno de nosotros esté en un Olímpico. Ese es mi sueño estar en uno. En la ruta es mucho más difícil y quizás en la Pista se puedan sumar más puntos. Creo que los infantiles y los juveniles son los que más lo van a poder aprovechar”.
Maribel es muy familiera. Por ende en una conversación ellos están siempre presentes. Son su pilar y motivación. “Mi papá es mi inspiración por perseverancia y humildad. Por todo lo que dejó siempre por sus compañeros. Mi mamá es un ejemplo de mucha lucha, intento inspirarme como persona en ella”. Con respecto a sus hermanos, Maribel explica que Joseph “es el más mañoso de la familia. Es el que siempre está para alentar o darte un abrazo cuándo lo necesitas”. Y con respecto a Ludmila “somos muy diferentes y me gusta mucho que mi hermana haya seguido mis pasos. Siempre le digo que tiene que ser mejor que yo. Igual, desde que Ludmi corre me pongo muy nerviosa. Tengo más nervios que cuándo voy a correr yo. Cuándo ganó en los Binacionales, fue una alegría inmensa. Lo sentí como una victoria importante mía”.
En esta situación tan particular que vive el Mundo, está aprovechando para compartir muchos momentos más y se reparten todas las tareas de la casa. “Ahora están más divididas las tareas porque por lo general mi mamá trabajaba de corrido y mis hermanos van al Colegio. Asique ahora se reparten más. Particularmente me gusta mucho cocinar, por eso mientras está la pandemia hacemos de comer un día cada uno, mi hermana, mi mamá y yo”.
En cuanto a recomendaciones para pasar la cuarentena Maribel se mostró muy calma como se acostumbra verla. “Tenemos que tener paciencia y estar tranquilos que ya va a pasar”.
Por: Charly Galdeano